Las historias detrás de fotos no antes vistas de Bob Marley
La revista Rolling Stone recopiló algunas fotografías tomadas por unos de los principales fotógrafos del músico jamaiquino: Dennis Morris, quien también contó la historia detrás de cada una.
Dennis Morris era un estudiante de secundaria en Londres cuando conoció por primera vez a Bob Marley. «Yo estaba metido en la música jamaiquina, y vi que él venía de tour a Inglaterra«, dice. «Así que me tiré la pera, fui al club Speak Easy, donde iba tocar ese día, y esperé y esperé. Eventualmente, él llegó; le dije ‘¿puedo tomarte una foto?’ y él dijo, ‘Claro hombre, pasa’«.
El ahora fotógrafo británico terminó uniéndose al tour de Marley and the Wailers en 1974. Y así fue que se inició una relación profesional de más de siete años, hasta el final de la vida de la estrella del reggae.
«Yo llamo a esta ‘Burnin’«, cuenta Morris sobre este trío de imágenes. «Esta fue de los inicios del tour. Estábamos sentados y él dijo ‘déjame enseñarte cómo fumar un porro, Dennis«. Él se ríe: «esa fue mi iniciación«.
El 29 de marzo la exposición «Bob Marley: GIANT» se abrió en Known Gallery de Los Ángeles, allí se muestra algunas de las mejores fotos de Morris sobre el compositor de «Jamming» y «Running away».
Esta es la primera foto que Morris le tomó a Bob, allá en 1974. «Él simplemente volteó hacia donde yo estaba sentado«, cuenta. «Y dijo ‘¿estás listo, Dennis?’ Me metí allí y la aventura empezó«.
«Esta es del primer tour, en Bournemouth«, cuenta. «Él fue uno de los primeros músicos jamaiquinos en entender el poder de las imágenes. Muchos músicos de Jamaica nunca estuvieron interesados en fotografías, solo grabar y recibir su pago. Bob entendió el poder de la imagen y lo que podría hacer. Pienso que él se dio cuenta que yo podría retratar aquello que él quería«.
Esta foto data de 1979, cuando Marley estuvo en King’s Road, Chelsea, Londres. «Él estaba a la altura de sus poderes«, sostiene el fotógrafo británico. «Puedes ver su vibra. La cosa sobre Bob, para mí, era que él tenía una increíble sensación de estar allí; su presencia era grande. Él sabía exactamente para qué estaba allí; de lo que él se trataba; del poder de su música; su poder; el poder que él trataba de estimular en la gente, lo que la gente podría hacer si que creyera en sí misma. El hombre en realidad era una mensajero«.
«Una de las cosas que la gente menos se da cuenta es que la cúspide de su éxito duró cuatro años: él la tomó en el 77 y en el 81 él ya se había ido. En cuatro años él conquistó el mundo. Tocó a cada ser humano en un corto tiempo. Fue una hazaña increíble«, así sintetiza una historia de vida.
Morris captó esta cándida imagen en la casa de Bob Marley, en Hope Road, Kingston, Jamaica. «Él amaba el tenis de mesa«, cuenta Morris. «El fútbol era uno de sus preferidos, pero amaba el tenis de mesa«.
Morris tiene muchos recuerdos sobre el juego predilecto de Marley. «¡No podrías derrotarlo!«, dice mientras ríe. «Era rápido. La única cosa que no jugué con él fue fútbol. El modo en que él y esos chicos jugaban, por dios, era bastante físico«.
«Aquí él está de compras en una tienda», imagen de 1974. «Cuando tenía tiempo, iba a una tienda de deportes y compraba 20 balones, 20 pares de botines, lo que sea. No me di cuenta en su momento, pero era para los niños de Trench Town. Era un hombre muy generoso«.
«Cuando las personas observan las fotografías la gente tiene la sensación de estar ahí con él«, dice sobre este trío de capturas de 1977. «Porque cuando le tomaba fotos, teníamos esta sensación de cercanía, ninguna de esas imágenes eran poses. Como estas, estábamos simplemente conversando, bromeando, fumando, entonces él saltó y me dijo, ‘déjame enseñarte cómo ser libre, Dennis’«.
Él las consiguió en cuatro capturas, y así fue. «Eso era lo que me estaba diciendo: ‘Libertad’. Relacionado a ello la cosa con él era que yo no podría voltearme y decir ‘mierda, Bob, me lo perdí, ¿podemos hacerlo de nuevo?’ Él me hubiera dicho acaso ‘vete de aquí, hombre’«.
«Esta es una de mis tomas favoritas en vivo, por el modo en que sus dreads están volando y torciéndose«, dice de esta imagen de un tocada en Hammersmith Odeon, local londinense, allá en 1979. «Son como las hélices de un helicóptero. Amo la belleza de esa foto«.
Morris agrega que «él tenía esta increíble habilidad de representar las canciones que interpretaba. Esa es la razón por la que, por ejemplo, cuando él tocaba en Japón, nadie podía comprender lo que estaba diciendo, pero ellos entendían sus expresiones«.
«Esta es la primera toma en vivo que le tomé«, afirma el fotógrafo. Fue en el club Speak Easy. La llamo «Slave Driver«: ‘Everytime I hear the crack of a whip/My blood runs cold/I remember on the slave ship/How they brutalize the very souls’. Él lucía para mí como un cantante de soul, de blues«.
Morris tomó esta en la casa de Bob, en Kingston, 1978. «Otra vez: nunca necesité que posara«, dice.
«Este concierto fue el concierto de conciertos, uno de los mejores que él tocó«, dice tomada en el show de Londres, en 1975.
«Una mañana, la banda se levantó y querían jugar fútbol, y estaba nevando. Recuerdo que abrieron la ventana y Bob dijo ‘¡Qué es eso!’. Le dije a Bob que era nieve. Peter Tosh sostuvo que era una signo de Jah, que ellos debían dejar ‘Babylon’. Ellos tenían este gran argumento entre ellos, y principalmente Peter y Bunny Wailer se rehusaron a continuar con el tour, así que retornaron a Jamaica«, nos cuenta.
Cuando Bob retornó a Gran Bretaña en 1975, Morris narra que él estaba determinado a no repetir el mismo error. «Bob volvió con venganza. Este era el concierto en donde la haría. No había vuelta atrás, solo hacia adelante. Él simplemente se subió al estrado y simplemente la hizo«.
Otra imagen del show en Lyceum, de 1975. «El Lyceum estuvo repleto«, cuenta Morris. «Estuvo caliente, tan lleno, tan sudoroso que el calor del cuerpo subió ¡y desde el techo caía como lluvia! Todos decían ‘Jah’«, Morris ríe al contarlo. «Todos creyeron que era un signo, pero fue simplemente el calor del cuerpo que subía, y que luego bajó«.
«Esta fue la última foto que tomé de él«, Morris sobre esta imagen de 1980. «Me llamó y me dijo ‘tienes que venir’. Él se hospedaba en un apartamento en Londres. Era extraño, en la medida en que caminaba adentro me di cuenta que él estaba solo. Bob nunca estaba solo. Siempre había gente alrededor de él, pero esta vez estábamos solo los dos. Normalmente, él estaría bromeando sobre que yo fuese un chico negro de Inglaterra, y no de Jamaica (…) Esta vez, él estaba muy silencioso. Cuando estuvo hablando, estuvo como cuestionando su éxito y las cosas que había hecho. Nunca lo había visto así«.
En algún punto, Morris cuenta que Marley cogió una guitarra y empezó a rasguearla. «En ese momento no me di cuenta que estaba tocando «Redemption Song». Quizá fui una de las primeras personas en escucharla«.
Bob Marley murió de cancer al año siguiente. «Muchas de las imágenes que tú ves de él, sus dreads tiene una suerte de electricidad, alguna vibración. Pero esta vez, era como si estuvieran apagados, y sus dedos y rostro estaban algo demacrados. Es algo triste. Al final, nadie supo qué tan enfermo estaba«.
«Este es un retrato que hice en el 76«, cuenta Morris. «El tratamiento de color lo hice luego, cuando me volví más inteligente«.
Organizar la exhibición en Los Ángeles ha sido una profunda experiencia para el fotógrafo británico. «Ir a través de las fotos, me trae recuerdos de estar en la presencia de un hombre tan poderoso e influyente. Él le dio forma a mi carrera y vida, un sentido. Yo era un chico con el sueño de ser un fotógrafo, y recuerdo que me decían ‘no sea tonto, no existe eso de un fotógrafo negro’. Pero Bob me dijo ‘ellos siempre te dirán que no puedes hacer aquello que tú quieres, Dennis; pero tu puedes hacer lo que tú quieras. Solo tienes que creer en ti mismo. El sistema es tirarte al piso, pero tú te puedes elevar’. Esa fue la belleza de Bob Marley para mí. Él me hizo ver que había mucho, mucho más allá afuera«. [Vía Rolling Stone]